Así como yo, seguro que tú también recordarás con agrado muchas vivencias de tu niñez, llenos de sueños y fantasías. Esa inmensa capacidad que teníamos de niños para suspirar, abrir los ojos y mirar con lo más profundo de nuestra mente y nuestro corazón al mundo íntimo de la ilusión. Esa capacidad de imaginar ser el campeón de fútbol, la reina de los cuentos, el magnate industrial, el sabio, el artista genial, o sencillamente la persona más feliz de esta tierra…

Pero crecimos… Y en el camino nos fuimos encontrando con los matadores de ilusiones.  ¡Ten cuidado! Son seres quizás bien intencionados que probablemente nos quieren mucho, pero que están contagiados por un virus mortal para las ilusiones porque las mina, las desdibuja, les va quitando la fuerza y el sentido; éste es el virus del realista.

Desgraciadamente, después de los 25 años de edad, la mayoría de personas nos volvemos vulnerables a este virus, y dejamos que destruya nuestros sueños e ilusiones.  Pero te aseguro que esta es una enfermedad curable, aunque la mayoría de gente no lo sabe y se da al abandono lentamente, dejando morir sus sueños y proyectos de vida.

¿Y tú, has identificado a tus matadores de ilusiones?… Están en todas partes, y tienes que protegerte de ellos. Pueden estar en tu oficina, en tu grupo de amigos(as), en tu familia, y hasta puedes estar casado(a) con uno de ellos(as).  Son los que se quejan de todo, y tratan de convencerte de que tú no eres capaz de hacer lo que te propones y sueñas, haciéndote creer que eres muy joven para empezar tu negocio, que eres muy viejo(a) para cambiar de carrera o trabajo, para aprender otro idioma, o empezar un hobby, practicar un deporte, o quizás iniciar una relación….

No te dejes contagiar. Estos son algunos de los síntomas que presenta esta población infectada con este virus:  Entran a trabajar el lunes por la mañana arrastrando los pies, con el ceño fruncido, la mayoría de ellos(as) no saluda, emplean con frecuencia expresiones tales como «sé realista», «eso no se puede», «eso no lo ha hecho nunca nadie», «¿estás loco(a)?», «Eso es imposible», «tú nunca lo lograrás», etc.…    Aléjate de ellos porque son muy tóxicos, y son un peligro mortal para tus planes y proyectos de vida, por más grandes o pequeños que sean.

Cuida tus sueños e ilusiones, sin importar la edad ni las condiciones en que te encuentres en determinado momento de tu vida.  Ayuda a otros a cuidar y a creer en sus ilusiones.  ¿Y sabes cómo puedes cultivar mejor tus propias ilusiones?…   ¡Con mucha pasión, perseverancia y fe!

Ahora dime, ¿Y tú? ¿en qué sueños e ilusiones vas a trabajar esta semana? Escríbelo en una tarjeta ahora mismo, y empieza a hacer algo al respecto…Y ve si para el fin de semana te has acercado en algo a ese sueño.

¡Un abrazo, y Feliz semana!

Luis